Soy una mamá de un angel llamado Maria afectada con citomegalovirus congénito.

Como he podido leer en todos los casos jamás había oído hablar sobre este bichito.

En nuestro caso fue más frustrante no habernos dado cuenta antes de la afectación de la niña, ya que cuando nos vino la voz de alarma fue a los seis meses cuando no se mantenía sentada, la cabeza se le iba y su manita izquierda no se abría a tal punto que la pobre se hacía daño con las uñas.

En la Guardería le hicieron un chequeo médico y fue dónde nos dijeron que la niña tenían MICROCEFALIA. Nos resultó chocante porque su pediatra desde que nació jamás había hablado de ello. Si es verdad que estaba por debajo del percentil 3 pero como era un bebé pequeño no era de alarmarse. Con este informe de la guardería fuimos al pediatra y ahí empezó todo.

Nos derivó a la neuróloga y ella nos mandó muchas pruebas: genéticas, resonancias, otorrino, oftalmologo etc… la noticia se confirmó cuando salieron los resultados del cultivo de orina y de sangre: positivo CMV IGG.

Había restos de que había sufrido este virus, pero no hay forma normal de confirmar si era durante el embarazo. Al final recuperamos los restos de la prueba del talón y por suerte nos sacaron los resultados de ahí: positivo.

Ya habíamos empezado con rehabilitación y atención temprana. Y después vinieron los resultados de la resonancia: calcificaciones leves en el hemisferio derecho.

Eso se traduce a que tiene hemiparesia en el lado izquierdo que le afecta sobre todo al brazo: no responde a las órdenes lógicas de movimiento.

Por suerte en el tema de la vista y el oído por el momento está bien. Y a nivel cognitivo tambien.

Nos queda un largo camino ya que tiene 15 meses pero poco a poco. Pero tenemos mucha fe de que puede

mejorar.