Laura Martínez

Laura Martínez

Laura Martínez Martínez -Tercero

Directora del “Centro de Fisioterapia Infantil Laura Martínez”. Profesora Asociada de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid. Fisioterapeuta infantil. Tutora Bobath por la Asociación Europea de tutores Bobath (EBTA)

M: ¿En qué consiste el Concepto Bobath?

L: El Concepto Bobath es un concepto terapeutico para el tratamiento de personas con alteraciones neurológicas que desarrollado por Karel Bobath y Berta Bobath se basa en los conceptos de neurociencia de aquellos días. Desde sus inicios la evolución del Concepto Bobath está en continuo proceso de adaptación a los nuevos conocimientos de neurociencia, plasticidad neuronal, aprendizaje motor, biomecánica, así como la propia experiencia de pacientes y profesionales. Mediante un conjunto de técnicas y teniendo como principal herramienta la propia actividad del niño buscamos modificar la sensación de su propio cuerpo, tanto en quietud como en movimiento con la finalidad de lograr mayor autonomía e independencia, cada uno dentro de su potencial.

M: ¿Cuál es su aplicación en pediatría?

L: En alteraciones sensorio-motoras de origen central. El tratamiento se adapta a las necesidades, y al nivel de cada niño/a, y así desde un estudio minucioso del tono y de su movimiento, podemos tratar desde una disfunción leve de desarrollo, a una alteración grave derivada de una patología neurológica de base.

M: ¿Qué ventajas tiene el Concepto Bobath sobre otros métodos como Votja y Peto en niños con afectación neurológica como pasa en muchos casos de niños con CMVc?

L: La gran ventaja del Concepto Bobath es que es un concepto muy ámplio, podemos trabajar al niño desde lo global a lo concreto y en diferentes áreas de desarrollo a la vez. También es un concepto muy lógico por lo que es fácil de aplicar en las actividades de la vida diaria y por tanto los padres se ven de forma fácil y natural muy implicados.

Es un concepto holístico basado en la observación, el estudio y la valoración del niño en todos los ámbitos. Nos permite poder observar las reacciones del bebé o el niño a nuestro propio tratamiento, a la vez intervenir, el poder dar pautas a los padres dentro de la propia sesión y que ellos sean parte activa en nuestro tratamiento. Todos los fisioterapeutas Bobath tienen estudios complementarios de desarrollo, atención temprana o psicomotricidad, ya que es importante que nuestra sesión sea lo más rica posible, tratando todas las áreas del desarrollo.

M: ¿Qué diferencia hay entre Estimulación/Atención Temprana y Fisioterapia Infantil? ¿Se realizan de manera conjunta?

L: El tratamiento de atención temprana es el que realizamos de forma precoz a bebés y niños de 0 a 3 o 6 años de edad, bien por padecer un desfase en cualquier área de su desarrollo (intelectual, motora y del lenguaje) con su edad cronológica, riesgo de padecer alguna alteración sensorio-motora de origen cerebral que afecte a cualquier área o la confirmación del diagnóstico de padecer alguna patología neurológica. La estimulación, coloquialmente, se refiere más al área intelectual.

Y la fisioterapia es el tratamiento del área motora por cualquiera de las tres causas, por desfase en el desarrollo, riesgo de padecer alguna patología por los antecedentes, como es el caso del CMV o la presencia de alguna patología instaurada con síntomas claros de alteraciones de tono y movimiento.

Laura Martínez Martínez-Tercero

M: ¿Cuándo es aconsejable empezar con Estimulación Temprana/Fisioterapia?

L: Desde el primer momento, tanto si es por desfase en el desarrollo, como el riesgo o la confirmación de patología instaurada como tal. Es muy importante el tratamiento precoz para conseguir lo más pronto posible patrones de movimiento más normalizados y la mayor autonomía motriz posible

M: ¿Qué nos debe alarmar en el desarrollo psicomotor de un niño para buscar valoración profesional?

L: Ante la presencia de cualquier movimiento anómalo, diferente que observen los padres o alguna persona que esté presente en la vida del niño, y por supuesto cuando observemos un desarrollo diferente a los niños de su edad que están a nuestro alrededor.

Lo importante es iniciar cuanto antes el tratamiento, sin alarmar, pero sin dejar de atender estas señales incipientes.

M: ¿Cuáles son los problemas más comunes que presentan los niños con CMV congénito que llegan a su consulta?

L: Son problemas muy diversos, la sordera o alteración auditiva es la más característica; en cuanto al área motora, alteraciones de tono, tanto hipotonía (bajo tono) como hipertonía (alteración tono alto). Esto provoca desfases en el desarrollo que o bien como hemos dicho antes se corrigen, o son los primeros signos de una lesión neurológica que se va haciendo patente conforme el niño va creciendo. En todos los casos es muy importante el tratamiento precoz, y el tratamiento coordinado del pediatra especialista en infecciones, el neuropediatra y el fisioterapeuta, o terapeutas que tengan que intervenir en el tratamiento del niño. De esta forma la información fluye y el tratamiento del niño es más eficaz y adecuado. Es preferible una consulta de más que un niño sin tratamiento adecuado.

Laura MartínezM: Trabaja con todo tipo de alteraciones neurológicas, pero en el caso concreto de niños con CMV congénito, ¿cuál es su evolución general?

L: La gran suerte que he tenido con todos los niños con CMV, es que el tratamiento que hemos realizado ha sido muy precoz. En nuestro Centro existe, desde el año 2000 y precisamente debido a la necesidad de los niños que padecen este tipo de patologías, un programa de alto riesgo, en donde se realizan revisiones periódicas apoyadas por un programa de estimulación y manejo de las actividades de la vida diaria por parte de los padres y la familia. El tratamiento del niño y el apoyo a las familias de este programa es muy importante, ya que de esta forma estamos atentos a cualquier signo que dé el niño y pasamos a realizar un programa de tratamiento instaurado de una o dos veces a la semana si se cree oportuno además del propio fisioterapeuta, por parte del pediatra especialista, del neuropediatra y los padres.

M: ¿Qué cantidad de sesiones se recomiendan en las terapias de los niños y cuál debe de ser su duración?

L: Esto depende de las necesidades del niño/a, de los padres y de la propia evolución del niño. Normalmente en nuestro centro las sesiones son de una hora de duración. De esta forma podemos hablar con los padres, revisar las pautas del domicilio y hacer el tratamiento en sí con el niño y siempre con la presencia de los padres.

M: El trabajo de estimulación temprana, ¿se hace sólo en consulta o es necesaria la colaboración de los padres? ¿Cómo debe ser la comunicación entre ambos?

L: El tratamiento se realiza habitualmente en el Centro de Terapia, siendo necesaria la presencia de los padres, con el fin de reforzar en todo momento de la vida del niño por medio del manejo, las actividades de la vida diaria y orientaciones de tratamiento adaptando el juego. De esta forma el tratamiento que se hace en el centro es sólo el que necesariamente tiene que ser realizado por el terapeuta, no debemos sobreestimular al niño o hacer más sesiones de las necesarias.

La comunicación de los padres y el niño es imprescindible para la buena marcha del tratamiento. En ocasiones se ve afectada por la propia situación, por el estado del bebé o la ansiedad y el miedo de los padres de niños con CMV. Es importante atender a estas señales que da la familia, con el fin de apoyar y reconducir estas actitudes y que desde el principio puedan realizar un vínculo afectivo de calidad.

M: ¿Cuál es la recomendación más común que hace a los padres de niños con retraso motor o discapacidad? Y por el contrario, ¿qué desaconsejaría?

L: En la medida de lo posible, tranquilidad, entender bien la patología y cómo pueden ayudar a su bebé o a su niño. Y en especial, darse tiempo para encontrar un centro de terapia y un fisioterapeuta que satisfaga sus necesidades, dejándose aconsejar por ellos.

Desaconsejaría dos cosas principalmente: la primera, no hacer muchos tratamientos variados, el éxito es tener confianza en el terapeuta y en el tratamiento y que éste sea adecuado para cada niño y coordinado por todos los profesionales. Debemos tener en cuenta que el niño tiene que mejorar pero no es mejor cuanto más tratamiento. La segunda, y en esta línea, es tener cuidado con los tratamientos de profesionales no sanitarios o terapias alternativas. Lo importante es dejarse aconsejar por el equipo médico y de terapia que atienden al niño y a la familia.

M: En las terapias de niños que requieren Estimulación Temprana intervienen diversos profesionales, ¿con cuáles colabora estrechamente?

L: Fundamentalmente, pediatras y neuropediatras o cualquier otro especialista médico que atienda al niño. Estimuladores, logopedas, especialistas en alimentación, nutricionistas y si hay otro fisioterapeuta que atienda al niño, por supuesto, para coordinar el tratamiento.

M: ¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de su trabajo?

L: En los veinticuatro años de trabajo con niños con algún tipo de alteración neurológica lo más duro de nuestro trabajo, es cuando un bebé o niño presenta una patología degenerativa, ya que en nuestra especialidad estamos acostumbrados a sacar todo el potencial del niño y cuando hay alguna patología, que por su propia naturaleza nos lo impide, es muy duro.

Lo que más me gusta de mi profesión es poder trabajar conjuntamente con otros profesionales, con las familias, y con el propio niño (si es posible), para que cada uno dentro de su nivel alcancen la mayor autonomía posible acompañándoles en su proceso de desarrollo desde bebés hasta la edad adulta.


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